La exposición de resultados que se presenta en las siguientes páginas busca establecer si el Estado mexicano cumple con su función de contar con instituciones policiales profesionales que puedan participar más activamente en la solución de los problemas de inseguridad que aquejan actualmente a los ciudadanos. Esto se plantea en consideración de que a los gobernantes les corresponde buscar en todo momento el desarrollo humano de los policías, su profesionalización y el otorgamiento de condiciones laborales y formativas de calidad que los ayuden a cumplir con sus actividades de manera efectiva. Se establece así para llevarlos a ganarse la confianza de los ciudadanos y convertirlos en un referente social, que coadyuven con el desarrollo del Estado y de los mismos pobladores al proporcionarles seguridad. Esto exige, como se mostrará en su momento, adentrarse en los distintos aspectos que rondan la temática de lo que implica formar una policía altamente profesional, con apego a los principios constitucionales de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos.