En el presente proyecto, que bien consideramos una propuesta interdisciplinaria, nace de la natural necesidad del jurista de recurrir al lenguaje como su obra, medio y fuente. Las normas, ya sean consuetudinarias o escritas, requieren del lenguaje y necesitan del lenguaje para poder ser. Luego entonces, el conocimiento de principios básicos que rigen el lenguaje, si no precondición, sí es un aliciente para el mejor entendimiento de la jurisprudencia.