La importancia de estudiar el nuevo sistema penitenciario en México radica en que tal sistema es un reflejo propio de la sociedad, que puede interpretarse, en cuanto a las diversas expresiones de la criminalidad, como una derivación de las patologías sociales, entre las que se encuentran la pobreza, la marginación, la discriminación, entre otras cosas, patologías que necesariamente desembocan, en mayor o menor medida, en las conductas desviadas de las personas.