En uno de los primeros cursos de valuación al que asistí, el maestro hizo mención acerca de que todo lo que nos rodea tiene un valor, sea este sentimental, histórico, monetario, etcétera, por lo que era necesario preparar a especialistas con la capacidad técnica y los conocimientos suficientes para poder valorar bienes y emitir una opinión técnica formal, vertida en un dictamen o en otros documentos que son requeridos por autoridades judiciales, aseguradoras, bancos o el particular interesado en conocer dicho valor.