El fuego es un símbolo sagrado que data de épocas prehistóricas. En Grecia antigua simbolizó la creación del mundo, de la renovación y de la luz. Era también el símbolo sagrado de Hephaestus, y un regalo a la raza humana de Prometeos, que la robó de Zeus. En el centro de cada ciudad-estado en Grecia antigua había un altar con un fuego siempre encendido y en cada hogar la llama sagrada flameaba, dedicada a Hestia, diosa de la familia.