La esencia del golf se basa en el balance entre resistencia y concentración. Muchos reconocen que esta práctica no es sólo un deporte, sino una ciencia que reclama precisión y técnica, cuyo estudio involucra una vida de trabajo, pruebas personales, de honor y sobre todo revelación de carácter. Es una actividad compleja donde se compite contra uno mismo, es decir, una lucha de autocontrol guiado por la estrategia y la paciencia.