El cuento es el resultado de esa innata propensión del hombre a contar y a escuchar historias, de soñar despierto y contar relatos que no tengan que seguir norma alguna y que se puedan salir de los límites de la tediosa realidad en la que vive. Los primeros cuentos circularon en un principio a través de la forma oral, transmitidos de padres a hijos, de boca en boca, en las plazas públicas o al amor de la lumbre de los hogares, sufriendo las innumerables variantes y acomodaciones que tal forma de transmisión implicaba.