Estas fábulas, cuentos y leyendas -lo mejor desde el siglo VIII a.C. hasta nuestros días- y que Emilio Rojas ha compilado y rehecho con una inteligente visión, han servido durante siglos y milenios como material de educación, porque, en realidad, ésa es la función original para la que fueron creadas. Ciertamente divierten y estimulan, y tal es su maravilloso secreto; lo que tienen para mostrar, lo muestran al alma misma, y eso es lo que los ha hecho perdurables en la memoria de las generaciones.