En un lugar de la Mancha cuyo nombre no puedo recordar, comenzó en 1605 una historia que no ha cesado de transcurrir. Por los caminos de España, un caballero enjuto y su lozano escudero avanzan al encuentro de aventuras. Los aguardan encantadores y gigantes, doncellas disfrazadas y maleantes encadenados. Alternan con aristócratas ociosos y con moros cautivos. Vencidos por el desengaño, regresan finalmente a la aldea de nombre ignorado.