Quizá el mayor reto al que se enfrentan los fotógrafos que han realizado o están emprendiendo el proceso de transición a lo digital, es el manejo de los gigas de datos capturados. Se puede valorar a grosso modo la imagen en la pantalla LCD de la cámara, pero, para separar las imágenes extraordinarias de aquellas que no lo son, se deben copiar todas desde la cámara a un ordenador.