Segundo don Juan Tenorio, alma fiera e insolente, irreligioso y valiente, altanero y reñidor. Siempre el insulto en los ojos, en los labios la ironía, nada teme y todo fía de su espada y su valor. Siempre en lances y en amores, siempre en báquicas orgías, mezcla en palabras impías un chiste y una maldición.