Lark Goode, una chica de diecisiete años, solo quiere una cosa: escapar del pueblo de Cutwater y de la historia que persigue a su familia. Dicha historia comenzó durante la tulipomanía holandesa de 1636, cuando un antepasado de Lark robó los últimos bulbos de tulipanes y huyó al Nuevo Mundo. Sin embargo, cuando los tulipanes brotaron en terreno norteamericano, trajeron una locura que acompañaba a sus pétalos níveos.