En esta fascinante y provocativa exploración de la relación que existe entre la sociedad moderna y sus objetos, Jean Baudrillard desafía las concepciones convencionales sobre el consumo y la producción para argumentar que, en las llamadas “sociedades de consumo”, los objetos ya no se producen con el objetivo principal de dar satisfacción a las necesidades primordiales del hombre, ni tampoco a esas necesidades secundarias —pero no menos reales— de la comodidad, el esparcimiento, el lujo estético.