En México y América Latina ha cobrado fuerza el concepto de economía social en un intento por deslindarse cada vez más de las visiones neocoloniales y neoliberales que marcaron una parte de nuestra historia reciente.
Bajo esta idea pueden entenderse diferentes prácticas que generan un modo solidario y diferente de hacer economía, todas ellas impregnadas de un espíritu comunitario y de transformación social.