La idea común es que los desiertos son tierras inertes, parajes de nula importancia o incluso perjudiciales. Nada más lejos de la verdad. El doctor Hernández narra en esta obra las complejidades que caracterizan los sistemas ecológicos que sustentan los desiertos mexicanos, así como las rutas insospechadas, tanto legales como clandestinas, que han seguido muchas especies de cactáceas desde México hacia el mundo.