Una de las más grandes metas de la ciencia es ser capaz de predecir fenómenos; sin embargo, en el estudio de varios hechos se encontró con situaciones que no le fue posible describir de manera satisfactoria: la predicción del clima, el comportamiento de la turbulencia de fluidos, la variación de los índices de precios con la bolsa de valores y de las poblaciones animales en un ecosistema fueron investigados sin éxito durante décadas hasta que comenzaron a estudiarse en términos de la llamada teoría del caos.