Odiado y respetado, denigrado y defendido con igual pasión en su época y en los siglos posteriores, Martín Lutero (1483-1546) es un personaje singular. Lo recio de su personalidad ha provocado verdaderas montañas de interpretaciones, hijas de criterios tan contradictorios que en algunas aparece como el ángel que trae la justicia a la tierra y en otras es considerado la representación del mal.