Se dice que el mejor engaño que el Adversario logró llevar a cabo fue convencernos de que “él” no existía. Las enseñanzas de Rav Berg en la narrativa de este libro, ofrecen una franca y profunda representación kabbalística del concepto del EGO, también conocido como “El Adversario”. Éste reside dentro de cada uno de nosotros, y se manifiesta como una constante voz de incertidumbre y negatividad que crea estragos en nuestra vida y en el mundo.