Hay figuras que atraviesan los tiempos sin perder vigencia, que consiguen hacer inmortal su verbo y su obra para prolongar el dialogo con la humanidad. Miguel Angel Buonarroti responde al paradigma del hombre que ha trascendido su epoca. Lo que dijeron de el los coetaneos Ascanio Condivi, Francisco de Holanda o Giorgio Vasari, con ser mucho, no despeja, sin embargo, la duda de en que medida el artista fue permeable a las ideas luteranas que comenzaban a horadar los cimientos de la Iglesia y de un periodo finiquitado.