Desde su llegada al poder en 1999, Vladímir Putin se ha hecho con el control de los medios de comunicación, sus rivales políticos han acabado encarcelados, exiliados o muertos, y el frágil sistema electoral ruso apenas se sostiene.
Pese a las valientes manifestaciones de protesta por el fraude en las elecciones de diciembre de 2011, Putin continuó en el poder y Rusia volvió a ser una amenaza para sus ciudadanos y para el mundo entero.