Sol Lewitt posee un lugar privilegiado en la historia como un artista que fungió a la vez como teórico del arte conceptual, creyó de manera fehaciente en el artista como generador de ideas, fue un intelectual pragmático que añadió una nueva dimensión al papel del artista, marcando una etapa de transición del modernismo al arte contemporáneo, lejos del expresionismo abstracto o de cualquier tipo de romanticismo.