Nació en 1920 en Alemania y murió en 1994 en Estados Unidos.
Le gustaba que le dijeran Hank, pero en sus textos en prosa, la mayoría autobiográficos, se llamaba Henry Chinaski. Antes de ser novelista, fue cuentista, autor de textos periodísticos y un notable e influyente poeta.
Inclasificable estilísticamente, no sólo resulta el último escritor maldito de la Literatura Norteamericana sino también el único decididamente conforme con ese estigma.