Nunca antes se consideró el parto como una enfermedad, por lo que jamás se asistió en los hospitales, sino que había unos establecimientos, las maternidades, donde se asistía a las embarazadas que no disponían de un hogar adecuado o que ni siquiera tenían un hogar. Antes se paría, se comía, se padecían y se curaban las enfermedades en casa; a veces, incluso, se trabajaba en casa, en casa se divertía cada familia a su gusto.