Hijo de judíos rusos inmigrantes en los Estados Unidos, Yalom creció en un barrio de clase baja en los suburbios de Washington. Decidido a escapar de los límites que le imponía su origen, se propuso convertirse en médico. Lo que siguió fue una carrera esforzada pero siempre en ascenso, que comenzó en la Universidad de Stanford en plena década de 1960 y culminó con su transformación en una estrella internacional de la psiquiatría y las letras.