El arte de Alex Grey nos conduce a un viaje transformativo, a través de la intransparencia y oscuridad del mundo material, hacia la recuperación de nuestro corazón, divinamente iluminado. Las imágenes de transformarse, de dolor existencial, búsqueda y confusión, amor, muerte y trascendencia, son iconos en las extensas galerías de la odisea creativa de Grey. Desde sus tempranos autorretratos y sus pinturas de esqueletos, hasta su más recientes seres universales, enrejados con fuego y ojos, Grey nos trae una contemplación visual que siempre se está profundizando sobre la naturaleza de la identidad personal y transpersonal.