Si fuese un ente de ficción (el dudoso héroe de una epopeya moral a la americana, pongamos por caso), Roman Polanski sería un personaje definitivamente inverosímil. Recordemos tres escalofríos: infancia en el gueto judío de Cracovia durante la ocupación nazi y muerte de su madre en Auschwitz; brutal asesinato de su mujer embarazada, la actriz Sharon Tate, por la secta de Charles Manson; presunta violación de una menor en Los Ángeles y huida de Estados Unidos, caso cuya sinuosa estela se prolonga hasta nuestros días. Bastaría uno de estos lances para saturar el argumento, pero ha habido muchos otros y de muy variada naturaleza: juergas homéricas, amistades egregias, amistades peligrosas, días de gloria, días aciagos, premios, castigos y, por encima de todo, algunas de las películas más poderosas e inquietantes de los últimos sesenta años.