Grandes viajeros y entusiastas de la naturaleza, Hokusai e Hiroshige revolucionaron el grabado japonés a partir de finales del siglo xviii, llevando el paisajismo a su apogeo.
A través de las estaciones, estos artistas y sus sucesores rinden homenaje a una naturaleza deslumbrante y eterna que se encuentra en el corazón del pensamiento y la cultura japoneses, y nos invitan a redescubrir la belleza sencilla del cerezo en flor.