El Art Nouveau fue un fenómeno con muchas caras. Entre 1890 y 1910, los artistas desarrollaron una variedad de estilos, desde las formas vegetales del Art Nouveau belga-francés hasta la ornamentación de la Secesión vienesa.
Todos se esforzaban por crear un estilo nuevo y moderno y buscaban una renovación integral del arte y, en algunos países, también una identidad nacional renovada.