La representación gráfica de las futuras construcciones ha sido siempre una tarea esencial de los arquitectos. El dibujo, como expresión del pensamiento y también como recreación visual del proyecto, ha sido una herramienta muy necesaria y, por tanto, materia básica de aprendizaje en las escuelas de arquitectura. Y sigue siendo así, pero al dibujo tradicional se ha incorporado un nuevo recurso: el ordenador.