Leí El antropólogo inocente en Londres mientras cursaba la carrera de Arqueología. No recuerdo si formaba parte de la bibliografía del curso o si me lo recomendó algún amigo arqueólogo. Me pareció el libro más divertido que había leído nunca. Me lo sigue pareciendo. La arqueología y la antropología no son disciplinas muy alejadas: una se ocupa de culturas vivas y la otra de culturas desaparecidas, pero la metodología es parecida, y el trabajo de campo también.