El encuentro de los dos hombres se da en una aldea perdida en plena montaña, cuando uno va de camino hacia su curato y el otro más allá, hacia la ciudad que es su punto de destino, les hace cambiar unas cuantas palabras como compañeros de viaje. Transcurren por esos días las fiestas navideñas, y al llegar al pueblo del cura, éste le ofrece hospedaje al capitán, que lo acepta agradecido. El huésped puede observar de cerca al sacerdote y la obra que realiza en unión del maestro de escuela y del alcalde, autoridad elegida libremente...