La agenda que tienes en tus manos no está hecha para llenarla de citas, sino para llenarte a ti. Es un campo de visión, un contenedor sagrado donde plasmas tus intenciones, enfocas tu energía y creas tu realidad desde el alma.
Lo que no nombras, no nace. Lo que no escribes, no se manifiesta. ¡Si no está en tu agenda no sucede!