En las escuelas no nos enseñan a iniciar un negocio de manera correcta, mucho menos cómo hacerlo crecer. Muestra cultura nos ha enseñado a ver como recompensa el sacrificio personal en lugar de la productividad personal. Además, si tu negocio no funciona porque tú no estás ahí, entonces no tienes un negocio, sino que tienes un empleo.