«Por la noche, Zanahorio saborea, primero, el placer de estar solo. Le gusta soñar en la oscuridad. Repasa la jornada, se felicita por haberse librado de una buena y espera para el día siguiente una suerte parecida. Se deleita pensando que la señora Lepic se olvidará de él durante unos días.» Zanahorio se llama así porque es pelirrojo y tiene la piel salpicada de pecas.