Las cartas que conforman esta obra abarcan desde 1888 hasta el día de su muerte, fecha en que se encontró la última. Todas ellas muestran una situación furiosa y desesperada de la actividad del artista, así como un deseo de querer sobrevivir a las crisis tremendas a las que se veía continuamente agobiada. Este correspondencia entablada entre los dos hermanos es el único punto de apoyo en la lucha contra las dos grandes realidades existenciales de Vincent: la pintura y la esquizofrenia