De la alimentación a la medicina, de las biotecnologías marinas a la restauración de los mares, las algas ofrecen un campo de innovación y soluciones concretas a los desafíos globales. Si aprendemos a cultivarlas de manera sostenible, las algas podrían alimentar a la humanidad, sustituir el plástico, descarbonizar la economía y reconstruir los sistemas marinos.