La particular combinación de fantasía, disparate y absurdo, junto a incisivas paradojas consiguieron convertir ambos cuentos en clásicos de la literatura, tanto para público adulto como para pequeños lectores. En… el país de las maravillas, la historia empieza como todos conocemos, no la hayan contado, la hayamos leído o visto en el cine: Con Alicia persiguiendo al Conejo Blanco y entrando en el mundo subterráneo de las maravillas. Es un momento inolvidable.