En 1934, el famoso detective belga Hércules Poirot (Kenneth Branagh) resuelve un robo en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén. El obsesivo-compulsivo detective, que busca el equilibrio en la vida y considera que su habilidad para resolver casos solo con ver una mentira en medio de la verdad es una maldición, quiere descansar en Estambul, pero debe regresar a Londres para otro caso. Su amigo Bouc (Tom Bateman), director del servicio del Orient Express, le consigue una litera a bordo del tren.