La División, una agencia gubernamental secreta, tiene un oscuro fin: alterar genéticamente a personas normales para convertirlas en soldados con poderes psíquicos.
Los que no quieren participar o están en contra del proyecto, son eliminados. Nick Gant (Evans) vive clandestinamente en Hong Kong, desde que, siendo un niño, asesinaron a su padre, del que ha heredado poderes telequinéticos.