Una vez más, encontramos en los textos de Saint Germain, la verdadera esencia del poder de los Grandes Iniciados, en los caminos del hombre y su destino. Yo soy la mágica presencia nos enseña a reactivar nuestra sensibilidad ante la verdadera presencia de luz y grandeza del hermano y sus iluminados ante las sombras de maldad que acechan constantemente nuestro mundo y su equilibrio.