El 1º de Diciembre de 1990, ante un público latino que lo aplaude extasiado y nostálgico en Las Vegas, Nevada, Carlos Cuevas gana la fase internacional del Festival OTI y desde entonces no ha parado de trabajar incansablemente, cantando por convicción y no por moda, el bolero, respetando este género musical e interpretándolo como es, sin deformar su esencia, aunque eso sí, con un toque contemporáneo, porque todo tiene que evolucionar y actualizarse.