Italia se ha distinguido a lo largo de los siglos por una producción de hermosas cartas de Tarot, derivadas directamente de los primeros modelos del siglo XV.
El talento artístico y la creatividad italianos se concentran en esta baraja, que sigue sorprendiendo por su refinamiento y síntesis simbólica, lo que la convierte en una excelente herramienta de adivinación.