Excelente estratega y líder carismático, Viriato ha pasado a la historia envuelto en los ropajes del mito. Sus continuas victorias sobre el poderoso ejército imperial romano terminaron con un acuerdo de paz, por el que el Senado reconocía su condición de rey de los lusitanos. Sólo la traición de tres de sus colaboradores más cercanos conseguiría poner fin a la exitosa carrera política y militar del héroe, cuyas magníficas exequias fueron el preludio de múltiples leyendas inmortales.