Daniel es un luthier judío de Cracovia que sobrevive en el infierno del campo de exterminio de Auschwitz trabajando de carpintero. Sus condiciones de vida son infrahumanas, y los abusos, los castigos y la muerte son compañeros habituales de los reclusos como él. Pero a raíz de un accidentado concierto, el comandante del campo, Sauckel, que es aficionado a la música clásica, descubre el verdadero oficio de Daniel y decide ponerlo a prueba: tendrá que construir un violín que tenga un sonido perfecto.