A principios del siglo XIX, Rusia y España, los dos imperios más extensos del planeta, iban a encontrarse en un escenario lejano de la turbulenta Europa, donde se hallaban sus respectivas capitales. El lugar iba a ser la costa oeste del continente norteamericano: la colonia española conocida como Alta California. Pero el encuentro, cuyo único objetivo iba a ser el establecer relaciones comerciales entre la colonia rusa de Alaska, y la cercana colonia de Nueva España del Norte, daría lugar a una bella historia de amor entre el carismático capitán Nicolai Rezanov, enviado especial del zar Alejandro I para esas delicadas negociaciones, y una joven y bella española, Conchita Argüello Moraga, hija del comandante del fuerte de la recién fundada ciudad de San Francisco. Una bella historia, cuyas consecuencias podrían haber cambiado el destino de aquellos territorios.