Milo tiene un olfato de campeonato: cuando percibe un olor que le gusta, ¡nada le detiene! Con la nariz pegada al suelo, Milo llega a los sitios más dispares: sale a la calle, cruza un parque, sube por un rascacielos ¡y acaba volando por el espacio! Sin embargo, ¿podrá su nariz llevar a Milo de vuelta a casas con su dueña?