El siempre obtuvo lo que quiso, hasta que la conoció Whit Lancaster llegó a mi vida como una tormenta que arrasó con todo. A pesar de que muchos le temen, nadie puede negar que es tan hermoso como las estatuas griegas que adornan los jardines de nuestra preparatoria, la misma que fundó su familia. Aunque traté de mantenerme lejos de él, todo cambió la noche que lo golpearon por defenderme. Mis instintos me gritaban que debía abandonarlo a su suerte, pero decidí ayudarlo.