Abby, Brit, Christine y Sasha están hartas. La preparatoria Hazelton nunca tiene suficientes tampones. Ni toallas.
Ni adultos dispuestos a escuchar. Cansadas de una administración que antepone el futbol americano a la salud femenina, las chicas se enfrentan a un mundo que se encoge de hombros, o peor, se retuerce, ante la posibilidad de una revolución menstrual.