Unamuno creó en La tía Tula un personaje fuera de lo corriente, con el que se propuso explorar la dicotomía virginidad-maternidad, tan ligada a los fundamentos del cristianismo. Al intentar reconciliar estas dos tendencias opuestas, crea un personaje paradójico, complejo, discutible, que puede provocar reacciones tan dispar es como la admiración y la repulsa.