El tàntrico aprende a conquistar su mente y a consciencia, de forma muy atenta pero desapegada, los mecanismos de su biología o incluso a modificarlos hasta donde sea posible o necesario.
Se instrumentalizan incluso la pasión, el disfrute y el deseo para "robarles" sus fuerzas y utilizarlas como catapulta hacia planos mas altos, no condicionados y libres de la mente.